CORROSION Y SUS DAÑOS
La
destrucción de los materiales metálicos por la corrosión está muy lejos de ser un
factor despreciable, tanto en la economía de un país como en la industria en
particular. La influencia de la corrosión se puede evidenciar claramente en el
aspecto económico, siendo las pérdidas de naturaleza directa e indirecta.
Pérdidas
directas
• Costo
en la reparación de equipos dañados, corroídos, gastos en el reemplazo de
equipo corroído. Ejemplo: reemplazo de millones de unidades de calentadores de
agua, tanto domésticos como industriales, reemplazo de tubos de condensadores,
de tubos de escape de gases, de conectores, de transformadores, de aisladores,
etc.
• Costos
relacionados con la compra de aleaciones más resistentes a un determinado
ataque corrosivo lo cual implica un mayor gasto en el caso de aleaciones
baratas.
• Costos
relacionados con pinturas, recubrimientos, protección catódica, inhibidores,
pasivadores, etc. Constantemente hay que pintar, recubrir o proteger catódicamente.
Perdidas
indirectas
• Paro
de la fabrica o sub-estación (“shutdown”). El reemplazo de una tubería,
de
una caldera, de una turbina, de una línea de aisladores; por ejemplo, puede
representar cierta cantidad de dinero y de recursos, pero el paro de una
refinería, sub-estación, línea de transmisión de energía, puede involucrar una
GRAN cantidad de dinero / hora perdido. En el caso de energía eléctrica NO
producida mientras dure la interrupción puede representar un costo adicional
porque es necesario pagar a otras compañías para reponer la energía eléctrica a
los usuarios correspondientes.
• Perdidas
de hombre / hora de trabajo mientras una sección está siendo reparada.
• Perdida
del producto. Se puede perder agua, petróleo, aceite, gas, material alimenticio,
etc. a través de una tubería o tanque corroído. Una pérdida de gas, por
ejemplo, puede originar una acumulación peligrosa del producto en un
determinado sitio y por ende, la posibilidad de generar una explosión.
• Contaminación
del producto. Trazas de ciertos metales pueden dañar productos alimenticios,
jugos, jabones, detergentes, medicinas, etc., cuando son fabricados,
transportados y/o almacenados en in material metálico corroído.
• Perdida
de eficiencia. Una tubería con incrustaciones posee diámetro menor lo cual
origina un mayor gasto en bombeo a través de la tubería. Un motor corroído
tendrá partes como pistones, anillos, etc., que ya no poseen las dimensiones
adecuadas por lo cual hay pérdida en la eficiencia del motor.
• Gastos
ocasionados al sobre-diseñar una pieza, para contrarrestar o minimizar posibles
daños debido a la corrosión, y posiblemente a la presencia de esfuerzos.
• Pérdida
de credibilidad en la compañía. Debido a continuos paros en la fábrica o
sub-estación por el reemplazo de equipos, paradas de mantenimiento, etc. una
compañía puede llegar a perder clientes importantes (pedidos no satisfechos).
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